diumenge, 22 d’octubre del 2006

De casta le viene al galgo

La veritat és que no m'ha sorprès la tàctica que CiU està utilitzant durant la campanya de les autonòmiques. Des de fa una temporada els representants d'aquesta formació a La Roca del Vallès utilitzen la desinformació, la confusió i farses com a tàctica política. Probablement que els portaveus municpals (Ros i Álvarez) no estiguin a sou del pretés futur director de TV3, David Madí, pel que intueixo que aquesta línia de pensament/actuació que tenen aquests regidors deu estar dirigida des d'algun estament superior.

Salutacions
DEMOCRACIA Y TOMA DE DECISIONES

Gobernar es asumir responsabilidades y en nuestra democrácia esta responsabilidad se decide cada cuatro años. Actualmente ICV y PSC-GiR asumen la responsabilidad de tomar las decisiones que sean necesarias, no porque nos creamos infalibles u omnipotentes (ERC dixit) sino porque es nuestro deber.

Mientras la oposición habla de pelotazos urbanísticos, manipulación de encuestas, obras electorales, etc. los partidos de gobierno toman decisiones y trabajan. Últimamente se ha visualizado dos grandes temas : convenio urbanístico la Bóbila-Can Granota y la llegada a Belloch de Telefónica. El convenio urbanístico la Bóbila-Can Granota es un acuerdo entre tres administraciones públicas que se intentan planificar de una forma ordenada y coherente el futuro entramado urbano entre Granollers y la Torreta. En ningún caso el consorcio constituido puede recalificar ningún sector urbanístico por mucho que algunos, de forma interesada, lo digan o dibujen.

La llegada de una gran multinacional como Telefónica a Belloch ha significado, a nuestro entender, una gran noticia para el municipio en general y para Belloch en particular. Telefónica garantiza que el uso del equipamiento (abandonado por la Caixa desde hace muchos años) seguirá siendo educativo, necesitando ocupar una porción mínima del territorio y respetando el entorno idílico de Belloch. Pero sobretodo aleja las tensiones urbanísticas del sector llegando a decirse en un pleno que era el futuro pelotazo urbanístico.